La Bolsa de Comercio de Rosario advirtió de la escasa incidencia que tuvieron para el trigo las lluvias de las últimas semanas. Según el informe de la entidad, en Córdoba hay 400.000 hectáreas en condiciones de regulares a malas.
“Con estas lluvias acotadas, el trigo cumple con sus etapas de macollaje, encañazón y espigazón, por lo que el déficit hídrico se agrava en el norte y oeste del país. Los lotes de trigo de las provincias de Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, centro y norte de Santa Fe, norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires son los más afectados. Se estima en Córdoba que hay 400.000 ha en condiciones regulares a malas de las 600.000 sembradas”, es el detalle en el que se explaya el reporte de la BCR.
En cuanto a la estimación de producción, ahora ronda en 15 millones de toneladas, cuando hace un mes se señalaba un horizonte productivo en torno a 15.600.000.
“Pero el mes de setiembre inició con lluvias para el centro y este del país, y no cambió el escenario de sequía sostenida en el NOA, la mayor parte de Córdoba, La Pampa, el centro y norte de Santa Fe y el oeste de Buenos Aires. Esta situación se suma a la faltante extrema de agua en el oeste tras la feroz sequía del verano y un otoño que privilegió solo la franja este con un importante pulso de agua a fines de mayo”, indica el informe.
Ese escenario de escasez determinó una nueva caída de siembra, lo que sitúa al ciclo 2023/24 como la más baja de los últimos 8 ciclos trigueros de argentina. “De cumplirse la nueva estimación de 15,0 Mt, Argentina produciría un 30 % más de trigo que en el fatídico ciclo pasado, y sería la cuarta producción más baja de las últimas 10 campañas si no se produce un cambio drástico en las condiciones en lo que resta de setiembre y octubre”, expresa el trabajo.
Caen los negocios anticipados con trigo
Reina la cautela mientras las lluvias esquivan zonas claves de la producción, y ante la expectativa de una recomposición en las condiciones comerciales a futuro. El panorama internacional pone foco en el Mar Negro, pero se prepara para una 2023/24 ajustada
Mientras el mercado local sigue con un volumen de negocios muy discreto, las previsiones para la nueva campaña se recortan, como bien destacó GEA en su último informe. Las lluvias de inicio de setiembre sobre el centro y este del país no modificaron el escenario, y esto ha llevado a recortar las estimaciones productivas para la campaña 2023/24 en 0,6 Mt, totalizando ahora 15 Mt.
Sin embargo, no debemos dejar de lado que a pesar del recorte la cosecha venidera se muestra con mejores perspectivas que la campaña actual. A la espera de más lluvias, en diciembre podríamos comenzar a cosechar una producción un 30% superior a la campaña 2022/23. Su comercialización no debe dejar de lado que un parte sustancial del trigo vendido al exterior 2022/23 no fue embarcado y deberá ser cubierto con trigo 2023/24.
De la campaña actual, las molinerías y balanceados mantendrían su nivel de compras, a pesar de la terrible temporada en términos productivos; casi 7 Mt serían destinadas a consumo interno. Mientras que las ventas externas sufrirían las consecuencias de la merma productiva, comercializándose únicamente 3,7 Mt, implicaría el nivel de ventas al exterior más bajo desde la 2013/14.
Por el lado de las compras de la campaña nueva, nos encontramos con un escenario atípico a estas alturas del año. Solo el 8% de la campaña nueva fue comprometida y el 64% de las toneladas se han comercializado a fijar, tal como muestra el gráfico. Entre los motivos que explican esta desaceleración se cuenta la expectativa que mejoren las condiciones comerciales a futuro, habida cuenta que el trigo diciembre ha perdido ya un 20% de su valor en lo que va del año, sea por una recomposición de los precios o por cambios en las políticas cambiarias y de comercio exterior de cara a las elecciones de octubre.
Las toneladas comprometidas para la campaña siguiente, a esta altura del año son las más bajas desde la campaña 2016/17. Además, la proporción de ventas para la campaña nueva, que se comprometieron a fijar, nunca han sido tan elevadas, el segundo registro más alto es de justamente la campaña que estamos dejando atrás.


