Hace 207 años los representantes de las provincias argentinas se reunieron en el Congreso General Constituyente con el objetivo de proclamar la independencia del dominio español. 119 años después, en el mismo San Miguel de Tucumán, Haydée Mercedes Sosa llegaba al mundo
El 9 de julio de 1816 se respiró libertad en el país. En la histórica jornada se firmó el acta que declaraba la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Este acto de declaración de independencia marcó un hito en la historia de Argentina al afirmarse la voluntad de los representantes de las provincias de ser libres y autónomos de los españoles.
Más de un siglo después, “la libertad es un sueño que no duerme”, cantaba Mercedes Sosa en “Sólo le pido a Dios”. Sosa nació un 9 de julio de 1935. Su vida y su música están entrelazadas con los valores de la libertad, justicia y resistencia. Hoy, fallecida, su imagen se mezcla con la recuperación de la nación y se vuelve un símbolo de liberación.
Descendiente de pueblos originarios y europeos, hija de un obrero y una lavandera, Mercedes comenzó su trayecto con la música a los 15 años. “En la escuela faltó la profesora de canto y la directora me dijo que íbamos a cantar el Himno nacional y que yo tenía que ponerme adelante y cantar bien fuerte, para que todos me siguieran. Sentí vergüenza, pero canté: ahí debuté”, recordó la cantante en una entrevista con Rodolfo Braceli para La Nación en 2008.
Desde sus inicios, Sosa mostró un amor profundo por su tierra natal y por las raíces culturales del folclore argentino. La Negra le dio voz a canciones escritas por muchos compositores latinoamericanos. Su música hizo que la gente la saludara como la «voz de los sin voz».
Con la llegada de la dictadura militar al poder, Sosa y su familia recibieron amenazas de muerte y debió abandonar por muchos años su país. Pero en 1982, Mercedes volvió del exilio y lo celebró con un espectáculo: realizó 13 funciones del 18 al 28 de febrero en Teatro opera de la calle Corrientes.
Por ende, la Negra, no sólo vuelve a los argentinos como una imagen entrelazada con la libertad, la música y la cultura nacional, sino que, también se convierte en una superviviente de los años más oscuros del país.