Carlos “Pecas” Soriano, médico especialista en terapia Intensiva y bioeticista, presento el pasado jueves en Río Cuarto su libro “Morir con dignidad en Argentina: verdad o utopía “. En diálogo con CÓRDOBA HOY, Soriano brindó una serie de detalles sobre el libro y habló del papel que ocupa actualmente la legalización de la eutanasia en Argentina

El médico cordobés escribió su libro el año pasado. “Está es la presentación número 26”, expresó. Y tocó la capital alterna de la provincia en su tour. No obstante, en el 2012, “Pecas”, fue el coautor de un libro cuyo título fue “Muerte Digna”, junto a otros colegas. Su publicación fue posterior a la sanción de la Ley 26742 de Muerte Digna en ese mismo año.

-¿Qué dice esta ley?

C.S: “En realidad, es la modificación de la ley 26.529, la que establece los Derechos del Paciente. O sea, lo que hace es agregar que el paciente también pude retirar tratamiento de nutrición/hidratación, lo cuales son considerados tratamientos médicos. Y en el caso de que esté en coma, puede haber dejado escrito esta decisión, o puede dejar a cargo un familiar o allegado para autorizar su decisión. Es una ley muy poderosa y tuvo un impacto muy positivo.”

En cuanto a la definición de “Morir con dignidad en Argentina: verdad o utopía “, Soriano dijo: “El libro intenta hacer una reflexión crítica de por qué, a pesar de que existe dicha ley, todas las semanas recibo por lo menos un llamado de alguien que está muriendo indignamente”.

En este libro, Soriano no sólo escribe de manera accesible los alcances de dicha ley, sino que también propone reflexionar sobre aquello que no pensamos habitualmente hasta que toca: qué hacer en esa situación; cómo comunicarla a los familiares- a uno mismo-. “Es una cuestión humana, no hay mayor inhumanidad que una muerte indigna», agregó el médico.

Dignidad: ¿Quién la determina?

Este término se define como la cualidad de la cosa que merece respeto. Por ende, todos somos dignos de ser respetados, el hecho de nacer lo concibe. Por ende, contestando la pregunta, “a la dignidad la determina uno mismo”, expresó Soriano. Y si bien, esta respuesta que es tan clara y fácil de contestar, “en la práctica no funciona así y se vulneran los confines de la vida”, agregó.

-¿Por qué cree que sucede esto?

C.S: “Pasa porque hay una negación cultural en hablar de la muerte en occidente. Cuando un médico está en terapia intensiva está seteado en salvar vidas, obviamente es excelente en que eso sea así, por eso salvamos vidas. Pero hay casos en los cuales ya no hay más posibilidad de tratamiento. Pero no es lo mismo dejar de hacer, que dejar de tratar. En un cáncer terminal de páncreas, ya no hay nada que tratar. Pero podemos hacer muchas cosas: debemos calmar el dolor, garantizar confortabilidad, dejar que el paciente este con sus familiares, por supuesto”.

Ensañamiento terapéutico

Un concepto académico que significa la utilización de terapias, por parte de los profesionales de la salud, las cuales ya no pueden curar al paciente. Por el contrario, prolongan su vida en condiciones penosas. Y esto, según Soriano, “sucede con más frecuencia de las que aparece en los libros”.

“Esa dignidad individual tan clara termina siendo determinada por el profesional de la salud. También por los familiares de ese paciente, que, por una cuestión natural, obviamente no van a querer que muera. Pero no se está escuchando la voz del paciente”, manifestó Soriano.

Eutanasia en Argentina

Ésta se define como el acto de provocar intencionadamente la muerte de una persona que padece una enfermedad incurable para evitar que sufra.

Actualmente hay siete países en todo el mundo donde la eutanasia es una práctica legal. España, Nueva Zelanda, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia, el único país latinoamericano.  

Soriano es el coautor del proyecto “Ley Alfonso: derecho a la prestación de ayuda para poder morir dignamente”.

-¿Cómo nació este proyecto?

C.S: “Fue después de conocer a Alfonso Oliva, un pibe de 36 años que tenía ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). No podía mover nada, solo vivía por sondas. Sí podía comunicarse moviendo sus pestañas al frente de la computadora. Un día escribió una carta después de horas, en la cual decía que no quería que nadie sufriera lo que él estaba pasando y pidió la legalidad de la eutanasia.  Estaba con un sufrimiento existencial terrible porque mentalmente, estaba totalmente lúcido. Entonces nos llamaron a mí y a tres diputadas”.

Con Alfonso no se podía aplicar la ley de muerte digna. “¿Qué podés desconectar” ¿la sonda? Moriría por desnutrición en 15 días”, expresó Soriano. Por ende, esta situación le brindó los motivos suficientes para decir: “Acá está faltando algo”.

A pesar de haber estudiado por 25 años la especialidad de muerte digna dentro de la Bioética, una transdisciplina que integra otras disciplinas como la filosofía, psicología, antropología, Soriano pensaba que la sociedad argentina “no estaba preparada para la eutanasia”. Sin embargo, la vida le plantó un desafío. “Cuando conocí a Alfonso dije: “no hay dudas”. Él fue el primer pibe que se atrevió a hablar de eutanasia en Argentina. Y le hice la promesa de que me iba a ocupar”, expresó.

Una encuesta sobre la opinión de los argentinos ante la legalización de la eutanasia postuló que un 68% por ciento dijo estar de acuerdo.

Alfonso Oliva murió en 2019, Soriano lo conoció meses antes. El proyecto que lleva su nombre fue presentado en el año 2021. Aún se esperan respuestas.

¡Viralizalo!