Por haber sido quien elaboró e impulsó un plan educativo y estratégico de relevancia nacional e histórica de expansión de la educación superior en el país.  A partir de su iniciativa se crearon 14 universidades, entre ellas la UNRC.

El Consejo Superior resolvió por unanimidad otorgar el título de Doctor Honoris causa de la Universidad Nacional de Río Cuarto al doctor Alberto Carlos Taquini (h), quien promovió la descentralización de las universidades públicas, y la creación de 14, entre ellas esta casa de estudios.

“Resulta oportuno y acertado distinguir la figura del doctor Alberto Carlos Taquini (h) como digna de recibir la máxima distinción que puede  otorgar nuestra Universidad, por haber sido quien elaboró e impulsó un plan educativo y estratégico de relevancia nacional e histórica de expansión de la educación superior en el país, de alcances inconmensurables, y que la historia lo premió al otorgarle su propio nombre y permanecer para los tiempos como el ‘Plan Taquini», consideró la comisión, que recomendó al Consejo Superior aprobar tal distinción.

Agrega que el referido Plan “fue elaborado en el año 1968 cuando el doctor Alberto Carlos
Taquini (h) se desempeñaba como decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, bajo la denominación de ‘Programa de adecuamiento de la enseñanza universitaria argentina a las necesidades del desarrollo”
.

Sigue: “A partir del Plan Taquini que se funda, entre otras, la Universidad Nacional de Río Cuarto, fortaleciendo así al conjunto de universidades nacionales, que eran solo 9 en ese momento”.

Se toma en cuenta además que Taquini “propuso la creación de nuevas universidades nacionales, tanto en el área metropolitana de Buenos Aires como en el interior del país, fundamentando la propuesta en la federalización, la descentralización y la estimulación de la educación superior y la investigación científica y tecnológica en las diferentes regiones de la nación, articuladas con las problemáticas locales, promoviendo y potenciando su desarrollo”.

También se menciona que “el Plan Taquini combinó la mirada demográfica, social y económica de las diferentes regiones del país, permitiendo que miles de jóvenes puedan acceder a la educación superior y promoviendo, de éste modo, el conocimiento y la investigación científic”. Y que “su pretensión fue crear las nuevas universidades en zonas estratégicas del país, concebidas como polos de desarrollo regional para poder superar el sobredimensionamiento de algunas de ellas, especialmente en la UBA, UNLP y UNC, vislumbrando los efectos demográficos que producía la ausencia de instituciones de educación superior en diversos lugares del país, lo que implicaba el desplazamiento de la población juvenil a los grandes centros urbanos, en desmedro de las áreas de menor densidad poblacional, al tiempo imponía enormes desigualdades a futuro, puesto que impedía la posibilidad para acceder a estudios superiores a quienes  no tenían las condiciones económicas para trasladarse hacia los grandes centros urbanos”.

Se destaca que “cuando concluyó el denominado Plan Taquini, la República Argentina pasó de tener 224.000 estudiantes universitarios en el año 1970 a la significativa cifra de 431.000 estudiantes en el año 1975. Es decir que prácticamente se duplicó la población universitaria en el país en apenas 5 años”.

Además se puntualiza que Taquini interpretó que la educación, vista desde las posibilidades del desarrollo, debía ser prioridad del Estado, porque a éste le compete establecer y apoyar económica y espiritualmente el sistema educacional, a fin de que éste forme a los hombres capaces, que posteriormente, en presencia de recursos naturales y económicos, determinarán la transformación socioeconómica

“Alberto Taquini es doctor en Medicina y ha sido profesor titular con dedicación exclusiva de la Universidad de Buenos Aires y miembro de la Carrera de Investigador Científico del Conicet e investigador del Instituto de Investigaciones Cardiológicas de la Facultad de Medicina de la UBA, además de docente de la Universidad de Michigan (EEUU) becado por el National Institute of Health.”, subrayan. Y agregan que, como becario del Conicet, se desempeñó como investigador en la Universidad de Gante, Bélgica.

Por otro lado, destacan que “a lo largo de su vida, ha sido galardonado con una variedad de distinciones de universidades y ciudades del país por su accionar en la descentralización de la educación superior y de la investigación científica”, que “es en la actualidad Miembro Emérito de la Academia Nacional de Educación “y que “a sus 87 años, sigue de manera ininterrumpida e incansable, ampliando su producción científica y comprometiéndose como siempre con el futuro de la educación en nuestro país”.

Esta proposición de nombramiento fue avalada por todos los decanos actualmente en funciones de la UNRC, algunos ex-rectores de la UNRC, la Federación Universitaria UNRC (FURC), la Comisión Fundadora de la UNRC, el Consejo Económico y Social de Río Cuarto, el Centro Empresario Comercial Industrial y de Servicios de Río Cuarto (CECIS) y la Sociedad Rural de la ciudad de Río Cuarto (SRRC).

Una larga trayectoria

El hombre a homenajear nació en Buenos Aires, el 21 de enero de 1935. Es padre de tres hijos, tiene ocho nietos y tres bisnietos. Su padre fue el doctor Alberto Taquini, médico e investigador, iniciador de la cardiología mundial con enfoque fisiopatológico.

Taquini hijo es se recibió de médico y doctor en Medicina, en la Universidad de Buenos Aires.
Se graduó a los 24 años como médico en el año 1959. Desde 1954 trabajó como investigador en el Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires dirigido por el Dr. Bernardo Houssay. Allí se inició estudiando el efecto de la renina en la presión arterial con el doctor Pedro Blaquier bajo la dirección de su padre. Cuando era estudiante, en noviembre de 1955 se presentó a un concurso de la cátedra y fue elegido ayudante alumno de Fisiología cuando Houssay recuperó esa Cátedra. Luego se desempeñó como ayudante graduado, jefe de trabajos prácticos, profesor adjunto y profesor titular con dedicación exclusiva en Fisiología Humana.

Fue becado por el National Institute of Health (Estados Unidos) como investigador en el Departamento de Fisiología de la Universidad de Michigan en 1959. Luego continuó su formación como Investigador en la Universidad de Gante  (Bélgica) entre 1960/61 dirigido por el doctor Corneilie Heymass, Nobel de Medicina. A su regreso al país, inició la carrera de Investigador en la Universidad de Buenos Aires en 1962.
Es Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba (2005) y de la Universidad Nacional de San Luis (2018).

Es miembro emérito. Academia Nacional de Educación; director del Colegio Belgrano Day School (desde el año 2000); líder del grupo Nueva Educación; miembro del Departamento de Pastoral Universitaria (Comisión Episcopal de Pastoral Universitaria de la Conferencia Episcopal Argentina); y presidente honorario de la Comisión Fundadora de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Recibió el reconocimiento del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación por el Cincuentenario del Plan de Creación de Nuevas Universidades (2018); la Medalla al Mérito Académico otorgada por la Universidad Nacional de Luján (2018); el Premio Juntos Educar, Arzobispado de Buenos Aires (2007); Fue reconocido como ciudadano ilustre de la ciudad de Río Cuarto, Córdoba (2001); obtuvo el Premio Ciencias de la Educación, otorgado por la Asociación Universitaria Argentina-Norteamericana (1975) y resultó en 1967 elegido como uno de los Diez Jóvenes Sobresalientes (1967).

Fue investigador carrera del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
CONICET) (1961-1973); profesor titular con dedicación exclusiva en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA (1966-1973); decano de esa Facultad (1967-1973); coordinador del Gabinete, Secretaría de Estado de Ciencia y Técnica, Presidencia de la Nación (1968-1971); presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (1976-1980); académico de número de la Academia Nacional de Educación (1984-2016) y presidente de la Asociación Argentina para El Progreso de las Ciencias (en dos períodos, entre los años ’70 y los 2000), de la cual es distinguido como miembro honorario.

Se destaca que fue autor del Plan de Creación de Nuevas Universidades (1968) y del Plan de Creación de Colegios Universitarios (1989).
 
Actuación en instituciones científicas, educativas y culturales
La larga listas de méritos de Alberto Taquini (hijo) contempla: Académico de Número de la Academia del Plata – Compañía de Jesús – S.J.; ex presidente de FIBA (Fundación para Investigaciones Biológicas Aplicadas); ex presidente de la Asociación de Amigos del Museo Isaac Fernández Blanco; presidente de AFIC (Asociación Fomento a la Investigación Científica); presidente de la Asociación Argentina de Colegios Universitarios; director y miembro del comité de redacción de la Revista Ciencia e Investigación; presidente de la Fundación Taquini para la Educación, la Ciencia y la Cultura, desde 1980; miembro del Directorio de la Fundación Houssay; vice-presidente de la fundación Universitaria de Luján 1986-1991 y miembro integrante del Consejo Superior del Instituto Libre de 2da Enseñanza.

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