La trabajadora social y ex concejal, Patricia Muñoz, brindó un diagnóstico sobre la situación que se observa en los barrios más pobres de la ciudad y mostró su preocupación por la indigencia. Fuerte crítica al refuerzo alimentario de fin de año que lanzó el Gobierno Nacional.

En el cierre de año, cuando los efectos de la pobreza se profundizan y concentran en los sectores más vulnerables de la sociedad, CÓRDOBA HOY dialogó con la trabajadora social Patricia García, una dirigente y ex concejal de amplio recorrido por los barrios más pobres de la ciudad.

En primer lugar, García señaló que se avizora un escenario de gran preocupación para la etapa final del año y expresó que las necesidades entre las familias pobres e indigentes de la ciudad son cada vez mayores. “En los asentamientos y diferentes barrios de la ciudad se observa que mucha gente sale a pedir ayuda para sostener el servicio de luz, porque se la han cortado, o porque necesitan alimentos. La llegada del fin de año se anticipa con muchísima preocupación”, relató.

Respecto a la situación de los comedores y copas de leche, García reveló que muchos trabajan solo haciendo la cena por el aumento en el costo de la materia prima y que no reciben solo a niños, sino a familias enteras. “Hay niños que se llevan el tupper para llevarle a sus padres”, se lamentó.

Por otro lado, apuntó que gran parte de las personas en situación de indigencia “son mujeres menores de 35 años que maternan solas y no cobran ningún tipo de asistencia”. Asimismo, apuntó que la situación laboral de las personas que tienen trabajo en los barrios más pobres “son en negro, changas de mala paga que dejan a sus familias al borde del desalojo”.

En ese sentido, la trabajadora social aseguró que “ya no hablamos de personas en situación de calle, sino de familias enteras que viven en la indigencia”. Y agregó: “Hay realidades que el Estado no llega a ver”.

Sobre los anuncios de asistencia social realizados por el Gobierno Nacional, como el bono de $45.000 para personas sin ingresos, García fustigó: “Son parches y no vienen a solucionar la real problemática que vemos en los barrios. La realidad es que hay un gran filtro para acceder a los planes. No todas las personas pueden tramitar los beneficios que brinda el Estado desde Anses”.

Asimismo, añadió: “Los planes vigentes todos tienen su pero, como este refuerzo alimentario al que no todos pueden acceder y que deja fuera a mucha gente que no cuenta con ningún tipo de ingreso pero que en algún momento tuvo monotributo”.

Continuando con este planteo, la dirigente denunció que hay restricción de políticas públicas en los presupuestos estatales, situación que afecta directamente a los trabajadores sociales que llegan a los barrios para acompañar situaciones cada vez más delicadas. “Estamos afectados por esta situación porque ya no hay tantos dispositivos como antes para llegar a brindar ayuda a las familias”, afirmó.

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