Durante dos días, el Frente de Organizaciones en Lucha (Córdoba), la Asamblea por Trabajo y Vivienda y Pueblo Fuerte llevó adelante un acampe frente a la planta del grupo ARCOR en la capital cordobesa, en el marco de una jornada nacional de lucha.

Denuncian complicidad de los gobiernos y las empresas alimenticias en la escalada de precios de los alimentos de la canasta básica.

Con una inflación que no da tregua, ubicándose en un 6% en abril, el costo de los alimentos escaló en un 62,1% en el último año. Para quienes se sostienen día a día en trabajos precarios, o se encuentran desocupados, esto impacta de lleno afectando la alimentación diaria de millones de familias en todo el país.

En este contexto, la ganancia de las principales empresas alimenticias es inversamente proporcional a la situación de los sectores más vulnerables. Grupos como Arcor o Molinos, amasan fortunas llegando incluso a duplicar ganancias gracias a todo tipo de beneficios y subsidios otorgados por el gobierno Nacional.

Es en este contexto, con 17 millones de personas bajo la línea de pobreza y una inflación que pulveriza el poder de compra, que las organizaciones sociales están llevando adelante esta jornada nacional de lucha para denunciar que mientras 20 grandes grupos empresarios se la llevan en pala gracias a las múltiples “ayudas” del gobierno, las medidas para los que menos tienen no pasan del cotillón.

A continuación, reproducimos el comunicado:

Más de la mitad de los alimentos de la canasta básica, son monopolizados por un puñado de empresas que durante los últimos años se han beneficiado aumentando sus ganancias, a costa de nuestra pobreza. Mientras tanto, la Secretaría de Comercio – ahora dependiente del Ministerio de Economía- brilla totalmente por su ausencia, anunciando medidas como “Precios cuidados” que no sólo son insuficientes sino que tampoco se efectivizan, dando así total beneficio a empresas como ARCOR, Bunge Argentina, Aceitera General Deheza, Molino Cañuelas, Molinos Río de La Plata, La Serenísima, Ledesma, entre otras, que se enriquecen a costa de nuestra creciente pobreza, y de vender a precio dólar, pagando sueldo en pesos devaluados, que obligan a trabajar cada vez más horas, para llegar a fin de mes. Sólo para dar un ejemplo, la empresa Arcor aumentó sus ganancias en un 142% el último año a costa del empobrecimiento de los trabajadores de sus fábricas y la suba de precios que sufre el conjunto del pueblo trabajador.

Mientras que la inflación no baja de los 6 puntos, nuestra situación como trabajadores y trabajadoras precarizados/as se agrava: un puñado de empresas que monopolizan la producción de los alimentos, continúan con el alza de precios descomunal, mientras que escasean productos básicos a la espera usurera de exportar para aumentar sus ganancias todavía más.

En el caso particular de Schiaretti y el gobierno provincial, han lanzado desde la Fundación Mediterránea fundada por el grupo Arcor, un programa político que busca llevar al terreno nacional su política local: beneficios a los grandes grupos económicos como Arcor y grandes cerealeras y pooles de siembra, junto a la reducción del presupuesto social, de jubilaciones y educación. Así sucede con nuestro reclamo por un plan de obras públicas con contratación a cooperativas populares para refaccionar y mantener decenas de escuelas públicas en la provincia y nuestras propuestas de compre estatal de productos como guardapolvos, indumentaria y mobiliario escolar, entre otras propuestas.

También, siendo evidente que no hay respuesta del Estado frente a nuestra demanda de trabajo, tenemos que pelear por el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, en base a la reducción de la jornada a 6hs por 5 días a la semana, sin bajar los salarios, para que trabajemos todos y todas con todos los derechos.

Es por eso, que este jueves y viernes movilizaremos en todo el país, a las puertas de las productoras y distribuidoras de los principales alimentos del país, como también hacia la Secretaría de Comercio. Porque mientras unos pocos duplican sus ganancias, millones de familias pobres no llegamos a la canasta básica para sobrevivir.

Fuente: Izquierda Diario

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