Así lo expresó la abogada laborista Cristina Azocar, docente de la UNRC y socia cofundadora de Foro de Derecho del Trabajo de Río Cuarto. En diálogo con CÓRDOBA HOY, aseguró que «el avance más significativo en la materia es la consideración de los derechos laborales como derechos humanos”.

En este Día Internacional de las y los Trabajadores dialogamos Cristina Azocar, especialista en derecho laboral y profesora adjunta de la UNRC sobre este día tan particular, la actualidad de nuestro país en materia de derechos laborales, el teletrabajo y los desafíos que tiene Argentina vinculados a los trabajadores.

– ¿Por qué se conmemora el 1 de mayo el Día de los Trabajadores?

– Se conmemora cada 1° de mayo como Dia Internacional de los Trabajadores en homenaje a “los Mártires de Chicago”, un grupo de trabajadores que fueron ejecutados en 1886 en Estados Unidos durante los episodios de Haymarket Square en Chicago, luego de participar en huelgas por la consecución de las jornadas laborales de ocho horas bajo el lema “ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso” con el fin de acotar las extenuantes jornadas laborales, que en ocasiones llegaban hasta 18 horas.

Un año más tarde de la masacre de Chicago, en Paris, en 1889, durante un congreso de la Segunda Internacional, se estableció el 1 de mayo como Dia del Trabajador para conmemorar a los Mártires de Chicago. 

– ¿Cómo está Argentina en materia de derechos laborales?

– Existieron progresos y existen deudas en lo que hace a derechos laborales.

El avance más significativo en la materia es la consideración de los derechos laborales como derechos humanos, lo cual se ha dado en el ámbito internacional y a partir de allí en las legislaciones internas de varios países.

Particularmente en nuestro país nos encontramos con una economía fragmentada y con una parte gran parte de la población en estado de vulnerabilidad social, un agravamiento de la pobreza y de las desigualdades, todo lo que ha sido agravado por la pandemia.

Ante esta realidad que hoy nos toca atravesar, el desafío es una reconstrucción integral en el ámbito del mundo del trabajo, lo cual nos impone una planificación estratégica, lo que implica que, sobre la base de un profundo y real diagnostico se comience a idear y gestar un plan de recuperación de la productividad, de generación de puestos de trabajo, reducción de cargas fiscales, entre otras cuestiones, en donde la normativa laboral es solo una pequeña arista de esta problemática.

– Desde algunos sectores retomaron el tema de la reforma laboral y señalan la necesidad de “terminar con la industria del juicio” ¿Hace falta una reforma laboral?

 – Afirmar que existe una industria del juicio y pretender justificar la necesidad de una reforma laboral desde ese lugar es restarle seriedad al problema.

El notorio crecimiento en la conflictividad laboral va de la mano, por un lado, de la crisis económica, la problemática social y ante ello las políticas de estado que no han alcanzado, y por el otro, de la violación y no reconocimiento en las relaciones privadas de los derechos del sector trabajador.

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«Si hay juicios es porque se ha vulnerado un derecho. por lo que, en ese caso, la solución para evitarlos pasa por otro lado. En ese sentido deberían instrumentarse políticas tendientes a prevenir dichos conflictos conteniendo a tal fin las necesidades tanto del sector empleador como el trabajador»

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Es cierto también que una reforma es necesaria, se deben reformular algunos aspectos de la normativa laboral, más aún con los cambios que impuso la pandemia, pero ello no implica de ninguna manera el desconocimiento del principio protectorio del derecho del trabajo sino por el contrario, proteger al trabajador frente a los cambios que se presentan y capacitarlo, esta reformulación debe necesariamente respetar los pilares en los que se sustenta el derecho del trabajo.

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“Es falsa la premisa de que a mayor protección mayor desocupación. En este sentido es necesaria y urgente una reforma laboral protectoria no precarizada y acomodada a los tiempos que corren”

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¿Cuáles son las principales deudas en términos de derechos laborales en nuestro país?

La principal deuda en materia laboral es la generación de empleo genuino y la reducción de cargas fiscales, para ello se debe avanzar en base a un diálogo serio entre todos los sectores delimitándose estratégicamente un plan a corto y largo plazo sin eliminar derechos y brindando seguridad jurídica y condiciones laborales y fiscales compatibles para el sector trabajador y empleador. 

– El teletrabajo y la normativa implementada a tal fin, ¿Trajo soluciones en el contexto de pandemia? ¿Hoy, resulta suficiente?

– La Ley de Teletrabajo fue dictada de manera apresurada por el contexto de pandemia que apremiaba. Lo que puede ser criticable es la sanción de esta norma de manera aislada, es decir, fuera de un contexto general de diseño de políticas de recuperación del empleo más amplio.

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“El derecho del trabajo, por sí solo, no crea ni elimina puestos de trabajo, son las políticas económicas las que deben incentivar y estimular la inversión y con ello la generación de puestos de trabajo”

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La Ley de Teletrabajo ante el avance de la realidad ha quedado desfasada,  debería adecuarse a todas las situaciones que se presentan ante esta nueva modalidad contractual, sin dejar de lado la normativa garantista en resguardo de los derechos de quien se encuentra en una desventaja en la relación laboral como lo es el trabajador, implementado a la vez los aspectos normativos necesarios que garanticen los mecanismos de productividad y resultado requeridos por el empleador, todo esto debe armonizarse siendo el pilar normativo rector  el art. 14 bis de la C.N .

– ¿Cuáles son las cuestiones que hay que resolver en materia laboral en nuestro país?

– Hay muchas cuestiones pendientes, pero reitero, deben abarcarse de manera integral. La situación actual obliga a encontrar el equilibrio entre los intereses de ambos sectores – empleadores y trabajadores –. Son los Gobiernos quienes debe proteger y pregonar la producción y la generación de trabajo genuino implementado políticas de estado a tal fin, donde se contemple, por ejemplo, la reducción sincera de las cargas laborales, capacitaciones en oficios conforme una estadística implementada al efecto, con el objetivo de ir cerrando el asistencialismo generado mediante planes sociales, de manera gradual, logrando fuentes de trabajo para todos. Todo ello sin desconocer los derechos adquiridos y logrados por la clase trabajadora a lo largo de la historia.

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