El sindicato confirmó que el Ministerio de Trabajo convocó a una mesa de diálogo y fijó para el 8 de enero la reapertura paritaria, luego de una medida de fuerza que superó el 90% de adhesión.
La protesta de los trabajadores municipales de Río Cuarto marcó el cierre del año con un fuerte mensaje político y sindical. El paro dispuesto por el gremio alcanzó un nivel de acatamiento superior al 90%, reflejando un profundo malestar frente al deterioro salarial y la falta de respuestas concretas por parte del Ejecutivo. Pese a las gestiones realizadas ante el Ministerio de Trabajo para intentar desactivar la medida, el sindicato resolvió sostenerla hasta el final de la jornada, manteniendo únicamente las guardias mínimas en los servicios esenciales.
Desde la conducción gremial señalaron que la contundencia de la protesta expuso una situación límite para los trabajadores municipales, atravesados por la inflación y la pérdida sostenida del poder adquisitivo. En ese marco, remarcaron que el reclamo no se reduce a una demanda coyuntural, sino que expresa una defensa del salario como condición básica para sostener a las familias y garantizar un piso de dignidad laboral.
El punto central del conflicto comienza a encauzarse ahora en el plano institucional. A partir del impacto del paro, el Ministerio de Trabajo convocó a una mesa de diálogo que derivará en la reapertura formal de paritarias el próximo 8 de enero. Desde el sindicato confirmaron su participación en esa instancia, con el objetivo de discutir una recomposición salarial que contemple la realidad económica de los trabajadores y ponga un freno al ajuste sobre los ingresos.
En el comunicado difundido tras la medida de fuerza, el gremio destacó que la protesta no sólo evidenció el cansancio acumulado, sino también una decisión colectiva de sostener la organización y la unidad como herramientas de defensa. En ese sentido, se declaró el estado de alerta permanente, a la espera de que la negociación paritaria ofrezca respuestas concretas.
Con el calendario avanzando hacia el inicio de 2026, el conflicto municipal se proyecta como uno de los primeros frentes de discusión salarial del nuevo año. La reapertura de paritarias aparece así como una instancia clave para redefinir el vínculo entre el Ejecutivo y sus trabajadores, en un contexto donde la presión inflacionaria y el reclamo por salarios dignos siguen ocupando el centro de la escena.


