El Gobierno busca blindar en la Cámara alta un apartado del proyecto que elimina pisos mínimos de inversión en educación, ciencia y universidades. La oposición advierte sobre un retroceso en derechos y anticipa una votación ajustada, con impacto directo en el sistema educativo.
El tratamiento del Presupuesto 2026 entra en una etapa decisiva en el Senado, donde el oficialismo apuesta a conseguir un respaldo político que exceda la aprobación general del proyecto. El foco del conflicto está puesto en un artículo que propone derogar normas que fijan mínimos obligatorios de financiamiento para la educación, la ciencia y el sistema universitario, un punto que volvió a encender la disputa con la oposición y con sectores académicos.
Tras la caída de un capítulo completo durante el debate en Diputados, el Gobierno concentró su estrategia en sostener este apartado, considerado central dentro del esquema presupuestario. Allí se elimina el piso del 6% del PBI destinado a educación establecido por la Ley de Educación Nacional, se suprime el criterio de progresividad para la inversión en ciencia y tecnología y se desactivan fondos específicos como el destinado a la educación técnico profesional. Desde el oficialismo sostienen que esos parámetros nunca se cumplieron plenamente y que el Presupuesto debe conservar flexibilidad para adaptarse a la coyuntura fiscal.
La oposición, en cambio, denuncia que la iniciativa rompe con el principio de no regresividad de las políticas públicas y compromete áreas estratégicas para el desarrollo. Dirigentes del peronismo y referentes educativos alertaron que, de aprobarse la redacción actual, el financiamiento de la educación técnica sufriría una caída abrupta en términos reales, con consecuencias directas en escuelas y universidades de todo el país.
En paralelo, el Consejo Interuniversitario Nacional volvió a advertir que los montos previstos para el sistema universitario están muy por debajo de las necesidades operativas para 2026. También se suman los reclamos salariales docentes, en un contexto de fuerte pérdida del poder adquisitivo y paritarias prácticamente paralizadas.
La sesión prevista para los próximos días se anticipa ajustada. La Libertad Avanza necesita alcanzar los votos necesarios para sostener el artículo cuestionado y observa con atención la postura de senadores que responden a gobernadores provinciales, así como la posibilidad de abstenciones que alteren el resultado. En la oposición no descartan intentar una votación por capítulos, como ocurrió en Diputados, para forzar modificaciones que obliguen a devolver el proyecto a la Cámara baja.
Con los tiempos legislativos al límite y las sesiones extraordinarias cerca de su cierre, el debate por el financiamiento educativo vuelve a colocarse en el centro de la escena. Lejos del clima festivo, el Senado se prepara para una definición que marcará el rumbo de la política presupuestaria y el futuro inmediato de la educación pública en la Argentina.


