La Cámara Federal de Casación Penal consideró que no se trató de un homicidio simple, sino de un caso de abandono de persona seguido de muerte y abuso de autoridad. También confirmó la absolución de dos acusados.

La causa por la muerte del soldado Matías Ezequiel Chirino, oriundo de Santa Catalina–Holmberg y fallecido en junio de 2022 durante un ritual de bienvenida en el Ejército Argentino, tuvo un revés judicial. La Cámara Federal de Casación Penal resolvió reducir las penas a seis de los militares condenados y ratificó la absolución de otros dos imputados.

El fallo, dictado por la Sala III del máximo tribunal penal federal, fue adoptado por mayoría de los jueces Carlos Mahiques y Mariano Borinsky, quienes sostuvieron que el hecho no encuadra como homicidio simple —tal como habían planteado la fiscalía y la querella— sino como abandono de persona seguido de muerte y abuso de autoridad. El juez Juan Carlos Gemignani votó en disidencia respecto de la calificación legal.

En noviembre de 2024, seis militares habían sido condenados a ocho años de prisión por su responsabilidad en los hechos ocurridos durante un denominado “ritual de bienvenida”. Sin embargo, con la nueva resolución, Casación dispuso una reducción de esas condenas: el ex subteniente Facundo Luis Acosta y el ex capitán Claudio Andrés Luna recibieron penas de siete años y medio de prisión; mientras que los ex capitanes Rubén Darío Ruiz y Hugo Reclus Martínez Tárraga fueron condenados a siete años. En tanto, los ex tenientes Darío Emmanuel Martínez y Exequiel Emmanuel Aguilar recibieron penas de seis años de cárcel.

Además, Gerardo Sebastián Bautista, quien había sido absuelto en el juicio oral, fue condenado ahora a seis años y seis meses de prisión. Por otro lado, la Cámara confirmó la absolución del teniente Franco Damián Grupico y de la subteniente Claudia Daniela Cayata, tal como se había resuelto en la instancia anterior.

En el fallo, que supera las 200 páginas, Casación describió el episodio como un “cruel bautismo” que intentó ser encubierto como una cena informal. Según el tribunal, los oficiales obligaron a los subtenientes ingresantes a consumir alcohol hasta alcanzar un estado de ebriedad extrema, en un contexto de maltratos, humillaciones y denigración, poniendo en riesgo la salud de los participantes.

El caso Chirino generó una fuerte conmoción social en el sur de Córdoba y en todo el país, y volvió a instalar el debate sobre las prácticas internas en las fuerzas armadas y las responsabilidades penales frente a este tipo de hechos.

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