La edición número 21 del evento literario reunió a más de 40 expositores, cerca de 65 actividades y un importante caudal de visitantes de toda la región. La Fundación por la Cultura destacó el éxito de la convocatoria y el valor de realizar la muestra en un edificio histórico de la ciudad.

La Feria del Libro Juan Filloy cerró una edición histórica en el ex Palacio de Tribunales, espacio que por primera vez fue sede del tradicional encuentro cultural y que recibió a más de 40 mil visitantes entre el 17 y el 24 de noviembre. Alrededor de 40 expositores participaron de esta edición número 21, ofreciendo producciones literarias, actividades especiales y propuestas destinadas a público de toda la región.

Desde la Fundación por la Cultura realizaron un balance altamente positivo. Su presidente, Alberto Garavaglia, destacó la magnitud de la convocatoria y el valor simbólico de haber abierto las puertas de un edificio emblemático de Río Cuarto. “Que más de 40 expositores hayan convocado a más de 40 mil personas durante la feria nos genera una satisfacción absoluta. Hubo casi 65 actividades complementarias y llevamos los libros a las escuelas, lo cual nos pone muy felices”, señaló.

Garavaglia también subrayó la presencia de visitantes de distintas localidades vecinas y sostuvo que Río Cuarto se consolida como un faro cultural en la región. “Nos han llamado desde varios lugares para felicitarnos por la feria y muchos compraron libros, lo cual es muy importante”, afirmó.

Los asistentes coincidieron en valorar la organización y el entorno elegido para esta edición. Para muchos, realizar la feria en el ex Palacio de Tribunales permitió poner en relieve un edificio de alto valor histórico y arquitectónico. “Deberían hacer la feria siempre en lugares así; este espacio es un emblema de la ciudad”, opinó un vecino.

Otros visitantes destacaron la calidad de la programación y el atractivo de la muestra. “Vengo de San Luis y veo que la feria tiene muy buen nivel”, comentó una asistente. “Todo muy lindo; se nota el gran trabajo. El edificio está muy bien conservado y la feria estuvo muy buena, como todos los años”, agregó otra vecina.

Con este cierre, la Feria del Libro reafirma su lugar como uno de los eventos culturales más convocantes del sur provincial y un punto de encuentro para lectores, editoriales y autores.

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