Este martes debutan Alejandra Monteoliva en Seguridad y Carlos Presti en Defensa. Mientras tanto, Karina Milei organiza un acto masivo en Buenos Aires para reforzar el armado partidario. En la Casa Rosada buscan recomponer el control político tras las filtraciones que frenaron el Consejo de Mayo.

El Gobierno nacional afronta una semana clave marcada por la renovación parcial del Gabinete y el reordenamiento interno de La Libertad Avanza. Este martes, desde las 9.30, Javier Milei encabezará una nueva reunión ministerial en la Casa Rosada, que tendrá como protagonistas a los flamantes ministros Alejandra Monteoliva, en Seguridad, y Carlos Presti, en Defensa. Ambos desembarcan con la misión de apuntalar la segunda etapa de la gestión y enviar señales de continuidad y disciplina política.

Monteoliva, hasta ahora secretaria de Seguridad, reemplaza a Patricia Bullrich como responsable del área. Su paso a primera línea es interpretado como una ratificación del enfoque duro impulsado desde 2023, vinculado a la llamada “Doctrina Bullrich” y su estrategia contra el narcoterrorismo y el crimen organizado. La Casa Rosada destaca su rol como pieza clave en la narrativa oficial de orden interno.

La llegada de Presti tiene un peso simbólico adicional: por primera vez desde el retorno democrático, un militar de carrera asume al frente del Ministerio de Defensa. Ex jefe del Estado Mayor y figura respetada dentro del Ejército, su designación es presentada como un gesto de “desdemonización” hacia las Fuerzas Armadas y una apuesta por recomponer el vínculo con la institución castrense.

Mientras el Gabinete se acomoda, el frente partidario se mueve a toda velocidad. Karina Milei, secretaria general de LLA, prepara un acto en la provincia de Buenos Aires para exhibir fortaleza tras las elecciones y consolidar su liderazgo en el principal distrito electoral del país. En el oficialismo admiten que fortalecer la estructura bonaerense es clave para ganar capacidad legislativa y sostener el proyecto de reformas.

Ese relanzamiento político ocurre en medio de tensiones internas. El Consejo de Mayo —la mesa estratégica que buscaba coordinar reformas educativas, laborales y estructurales— quedó en pausa luego de filtraciones que expusieron fuertes discrepancias en el Ejecutivo. Las fugas erosionaron la confianza interna y llevaron al Presidente a suspender los encuentros semanales con sus asesores.

La reunión de Gabinete de esta semana será leída como un test de cohesión. En Balcarce 50 creen que el tándem Monteoliva-Presti puede aportar orden y claridad institucional, mientras Karina Milei busca robustecer la base territorial del espacio. El desafío para el Presidente es armonizar ambos movimientos: mostrar un Gabinete profesional y estable a la vez que su partido se organiza para sostener la hoja de ruta reformista en el Congreso y en el territorio.

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