El exintendente de Córdoba encabezó un acto en Villa Esquiú para agradecer el trabajo partidario y planteó la necesidad de recomponer la estructura radical en Córdoba, luego de que el partido quedara afuera del Congreso por primera vez desde 1983.

Ramón Mestre volvió a ocupar el centro de la escena interna del radicalismo cordobés al encabezar un acto en Villa Esquiú que reunió a más de mil militantes y fiscales. Allí agradeció el acompañamiento recibido en las elecciones legislativas del 26 de octubre y llamó a iniciar un proceso de reconstrucción partidaria tras los magros resultados obtenidos por la UCR en la provincia.

Las legislativas de 2025 dejaron para el radicalismo cordobés la peor performance desde el retorno democrático: poco más de 62 mil votos —alrededor del 3,2% del total— y la pérdida de representación en el Congreso, un hecho sin precedentes para un partido históricamente arraigado en la provincia.

En ese marco, Mestre buscó transmitir un mensaje de continuidad y presencia en el debate interno. “Es más fácil encontrarnos en el futuro que seguir discutiendo el pasado”, sostuvo durante su intervención, en un gesto de apertura hacia los distintos sectores internos, incluida la conducción que encabeza Marcos Ferrer.

El exintendente insistió en convocar a la dirigencia y la militancia a “dejar de lado los personalismos” y retomar el diálogo para definir una estrategia común. Su planteo llega en medio de los primeros movimientos de cara a 2027, luego de que Rodrigo de Loredo confirmara su intención de competir por la gobernación.

En un escenario marcado por la falta de definiciones respecto de la relación con el Gobierno nacional de La Libertad Avanza, Mestre afirmó que su espacio seguirá participando activamente del debate interno y aportando propuestas para reposicionar al radicalismo provincial.

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