El régimen jubilatorio argentino enfrenta un déficit de $4,5 billones y la pérdida de más de 100 mil aportantes en lo que va del año. Con una caída del 12% en el poder adquisitivo desde 2023 y bonos congelados, el panorama para los jubilados se agrava hacia fin de 2025.
El sistema previsional argentino atraviesa una crisis estructural que se profundiza. Según datos de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), entre enero y junio de 2025 se perdieron 101.347 aportantes, lo que agrava el déficit del sistema, que alcanza los $4,5 billones a septiembre. Este rojo debe ser cubierto por el Tesoro Nacional, generando presión sobre las cuentas fiscales.
El deterioro se refleja también en el poder adquisitivo de los jubilados, que cayó 12% desde la asunción de Javier Milei en noviembre de 2023. A septiembre, el haber medio por titular fue de $675.510, con una merma de 4,9% interanual y una pérdida acumulada del 24% en los últimos cuatro años.
Uno de los factores más críticos es la relación entre aportantes y beneficiarios, que se ubica hoy en 1,8 por cada jubilado, muy por debajo del equilibrio recomendado de tres a uno. Este desbalance compromete la sostenibilidad del sistema y explica parte de la licuación de los haberes.
La situación se agrava por la decisión del Gobierno de congelar desde marzo el bono máximo en $70.000, afectando al 52,2% de los jubilados del SIPA, es decir, unos 3,2 millones de personas. Sin actualización prevista para 2026 más allá del ajuste por inflación, el Ejecutivo busca reducir el peso del gasto previsional dentro del presupuesto.
En paralelo, la eliminación de la moratoria previsional derivó en una caída de 22.412 beneficios durante el tercer trimestre de 2025, el primer retroceso desde la finalización del régimen establecido por la Ley 27.705. Aunque el Congreso había aprobado su prórroga por dos años, el Poder Ejecutivo vetó la extensión, limitando el acceso a nuevos beneficiarios.
Con un aumento de apenas 2,1% previsto para noviembre, que podría quedar por debajo de la inflación proyectada, los especialistas advierten que la pérdida del poder de compra se acentuará hacia fin de año, consolidando un panorama previsional cada vez más delicado.


