Tras la victoria del oficialismo, el mercado cambiario mostró una tendencia bajista con caídas generalizadas en todas las cotizaciones. El Banco Central comenzó a relajar su política monetaria luego del ajuste previo a las elecciones.

El dólar oficial registró este viernes una suba en el segmento mayorista, pero cerró la semana con una baja acumulada superior a los $40, reflejando el alivio del mercado financiero luego de la victoria de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones.

Pese a algunos rebotes durante la semana, la tendencia general del tipo de cambio fue bajista. En el mercado mayorista, la divisa retrocedió $54 (3,6%), ubicándose en $1.447,5, mientras que en el Banco Nación (BNA) se vendió a $1.465, lo que representa una caída del 3,3% respecto de la última rueda de la semana pasada.

Con estos valores, el tipo de cambio se mantiene un 3,4% por debajo del techo de la banda cambiaria, que actualmente se ubica en $1.496.

Entre los dólares financieros, el MEP cayó 0,1% hasta $1.468,47, y acumula una baja semanal del 1,7%, mientras que el contado con liquidación (CCL) retrocedió 0,3% a $1.488,04. En el mercado informal, el dólar blue descendió $70 en la semana, para cerrar en $1.455, lo que implica una caída del 4,6%.

En paralelo, los contratos de dólar futuro mostraron subas generalizadas de hasta 0,7%, con el mercado proyectando que el tipo de cambio mayorista podría alcanzar los $1.523 a fin de diciembre.

Señales de distensión monetaria

El Banco Central (BCRA) dio una leve señal de relajamiento en su política monetaria al modificar los encajes bancarios. A través de la Comunicación “A” 8350, publicada tras la reunión de directorio del jueves, la autoridad monetaria cambió el esquema de cómputo del efectivo mínimo, que volverá a contabilizarse de manera mensual y no diaria.

Pese a este ajuste, las entidades financieras deberán seguir cumpliendo con al menos el 95% del encaje total requerido de forma diaria, que en promedio se mantiene en 53,3%.

Con esta decisión, el BCRA comienza a aflojar el torniquete monetario implementado antes de los comicios, cuando buscó contener la volatilidad cambiaria y limitar la liquidez en el sistema financiero mediante una fuerte suba de tasas de interés.

De esta manera, el panorama cambiario y monetario muestra una corrección gradual tras la incertidumbre electoral, con una menor presión sobre el dólar y una incipiente normalización de la política económica.

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