A pocos días de las elecciones, el mercado cambiario volvió a tensarse y obligó a una maniobra internacional para contener la presión sobre el tipo de cambio. El dólar blue cerró en $1.550 y el oficial minorista promedió $1.520, mientras crece la expectativa por los resultados del domingo.
En una jornada marcada por la incertidumbre previa a las elecciones, el dólar mayorista vuelve a ubicarse cerca del techo de la banda cambiaria, aunque cedió levemente hacia el cierre tras una intervención internacional del Tesoro de Estados Unidos, según confirmó Bloomberg.
La divisa llegó a $1.491,60 en las primeras operaciones del miércoles, pero finalmente terminó el día en $1.489, luego de que el Tesoro norteamericano realizara una venta estimada entre u$s400 y u$s500 millones. La maniobra buscó aliviar la presión sobre el tipo de cambio sin que el Banco Central tuviera que desprenderse nuevamente de reservas, como había ocurrido en la jornada anterior con ventas por u$s45,5 millones.
En tanto, el dólar minorista cerró a $1.465 para la compra y $1.515 para la venta en el Banco Nación, y promedió $1.468,43 y $1.520,90, respectivamente, según datos del Banco Central (BCRA). En el mercado paralelo, el dólar blue operó a $1.530 para la compra y $1.550 para la venta, manteniéndose en niveles récord.
El ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a insistir en que no habrá modificaciones en el esquema cambiario ni devaluaciones inmediatas, buscando llevar calma a los mercados que, sin embargo, se mantienen en vilo.
“El dólar mayorista continúa acechando el techo de la banda, lo cual habría vuelto a requerir ayer ventas por parte del BCRA, a la espera de que finalmente llegue el domingo y así, a partir de la semana próxima, se pueda evaluar si la dolarización se pasó de largo durante este período electoral”, analizó el economista Gustavo Ber.
El volumen total operado alcanzó los u$s793,8 millones, con ausencia del BCRA en el mercado mayorista, ya que la estabilización provino de la acción coordinada desde el exterior.
Los analistas coinciden en que, hasta el domingo, el comportamiento del dólar y los activos financieros seguirá condicionado por las expectativas políticas, en un escenario donde las intervenciones —tanto locales como internacionales— buscan ganar tiempo hasta que el resultado electoral defina el rumbo económico inmediato.