En Asamblea de la ONU, criticó a la organización por “extralimitaciones” en agendas nobles y defendió la libertad individual frente a gobiernos supranacionales.
El presidente Javier Milei participó este mediodía de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, con fuertes críticas al organismo por lo que propuso “rechazar las extralimitaciones” que acompañan lo que definió como “agendas nobles”.
“El año pasado me paré ante ustedes, en esta misma asamblea, y sostuve que era imperativo un retorno a las ideas de la libertad. A los principios inmortales que sostienen la dignidad de la vida, la libertad y la propiedad de todos los individuos bajo la ley”, planteó ante la mirada atenta de los jefes de Estado.
En la misma línea, afirmó: «Advertí también que la ONU se había alejado de su norte en las últimas décadas. El exitoso modelo que hablaba de la necesidad de “paz sin victoria”, y que se fundaba en la cooperación de los estados nación se vio reemplazado por un modelo de gobierno supranacional de burócratas internacionales, que buscan imponerle a los ciudadanos del mundo un modo de vida determinado”.
“Creemos en el fin original de este organismo, creemos que existen problemas globales que requieren del diálogo y la cooperación internacional para ser resueltos, pero para eso debemos rechazar estas extralimitaciones que a menudo acompañan a las agendas nobles», aseveró.
Por su parte, durante su doceava visita a Estados Unidos, el Presidente anticipó: “Como sostuvimos el año pasado, no acompañaremos nunca el cercenamiento de libertades individuales, comerciales, ni la violación de los derechos naturales de los ciudadanos de los estados miembro”.
“Si lo llevamos a los términos de comodidad e incomodidad que he planteado, el mundo entero parece estar estancado en el confort del presente, haciendo caso omiso a las consecuencias que esto pueda traer en el futuro”, precisó, y sumó: “Como la incomodidad le resta votos y poder a quien la asume, los dirigentes prefieren hacer todo lo que está a su alcance para mantener el statu quo heredado aunque sea a costa de las consecuencias futuras. Incendian el futuro, para mantener caliente el presente”.
Asimismo, planteó que los estados contemporáneos dieron inicio a dinámica compleja de revertir, “en la que los incentivos tanto de la población, como de los políticos, apuntan a privilegiar el repartir la riqueza de hoy, por sobre generar la riqueza de mañana”.