El proceso judicial tiene en el banquillo al exdirector del Hospital de Huinca Renancó y a una trabajadora social, acusados de abuso de autoridad en plena pandemia. Pablo Musse, padre de la joven, reclama que se amplíe la responsabilidad a más funcionarios y asegura que “la verdadera justicia es la del pueblo”.
Pablo Musse llegó este lunes a Tribunales con sentimientos encontrados: la esperanza de obtener justicia, el dolor intacto por la pérdida de su hija y la convicción de que aún resta mucho por esclarecer.
En el banquillo está el médico Eduardo Andrada, quien en 2020 dirigía el Hospital de Huinca Renancó, y la trabajadora social Analía Morales, responsable del puesto sanitario de esa localidad durante la pandemia. Ambos enfrentarán cargos por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público.
“Yo no creo en la justicia, pero sí confío en la mirada de la gente. Es un juicio que esperamos hace cinco años”, dijo Musse al ingresar a Tribunales.
El caso se hizo conocido en agosto de 2020, cuando el padre de Solange no pudo ingresar a Córdoba para despedirla mientras la joven atravesaba la etapa final de un cáncer. El episodio generó indignación pública al contrastar con las reuniones sociales en la Quinta de Olivos, pese al decreto presidencial que restringía la circulación. “Hubo fiesta en Olivos y a mí no me dejaron ver a mi hija”, recordó.
Aunque la causa fue elevada a juicio, Musse sostiene que el proceso es incompleto: “Hoy hay dos imputados, pero deberían ser muchos más. Claudio Viñeta en su momento dijo que no nos dejaron entrar y después se desdijo; tendría que estar acá también”, reclamó.
Para el padre de Solange, la responsabilidad alcanza a las máximas autoridades: “Esto empieza con el COE y llega hasta Alberto Fernández, que firmó el DNU que nos impidió ingresar”.
Pese a la espera y el desgaste emocional, aseguró llegar fortalecido: “Estamos de pie, como desde el primer día. Con la fuerza de quienes nos acompañaron siempre, aunque muchas veces nos tocó estar solos”.