Según un relevamiento nacional de ENAC, en el segundo trimestre de 2025 cayeron las ventas en todos los sectores, aumentaron los costos por encima de los precios y solo el 28% de las pymes tuvo rentabilidad positiva. La caída del mercado interno y la pérdida de empleo agravan el panorama.
La economía argentina volvió a mostrar signos claros de recesión durante el segundo trimestre de 2025, según datos relevados por la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC). El informe, basado en la participación de 342 empresarios de 16 provincias, advierte una fuerte contracción en las ventas, una caída en la rentabilidad y una preocupante pérdida de empleos en el sector pyme.
Las ventas retrocedieron en todos los rubros. Solo el 54,7% de las empresas encuestadas informó tener un nivel de ventas “razonable”, lo que representa una caída promedio del 8,6% respecto al trimestre anterior. El sector de servicios fue el más afectado, con una baja del 15,5%.
A esto se suma una reducción en la utilización de la capacidad operativa. Mientras que apenas la mitad de las pymes trabajó a más del 60% de su capacidad instalada, el promedio general cayó al 55,5%, marcando un retroceso de dos puntos. Además, el 10% de las empresas operó en niveles críticos, con una utilización menor al 20%.
Por el lado de los costos, el incremento fue del 18,9%, más del triple que la inflación oficial del trimestre (5,9%). En tanto, los precios aumentaron un 15,6%, también muy por encima del índice general. Esta situación deterioró aún más la rentabilidad de las empresas: solo un 28,4% tuvo resultados positivos, lo que implica una baja de 3 puntos respecto del primer trimestre y de 18 puntos en comparación al último trimestre de 2024.
La situación también impactó en el empleo: el 19% de las pymes despidió personal en el segundo trimestre, mientras que solo un 14,9% incorporó trabajadores. El comercio, que ya venía golpeado, fue el sector que más ajustó sus plantillas con una caída del 2,9%. Además, el 80% de los empresarios afirmó que no contratará personal en lo que resta del año.
Otros datos del relevamiento muestran una creciente fragilidad en la cadena de pagos: 6 de cada 10 empresas reportaron que los plazos de cobro se extendieron unilateralmente, y casi la mitad señalaron un aumento en el incumplimiento de pagos. También se incrementó el número de empresas que debieron anticipar salarios a sus empleados, una práctica que alcanzó al 60% de las pymes.
El panorama de expectativas no es alentador. El 73% de los empresarios considera que la situación económica nacional empeorará en lo que resta del año, y apenas un 13,6% cree que podría mejorar. Entre los principales factores que limitan la actividad se destacan la caída del mercado interno (78%), la pérdida de rentabilidad (58,6%) y la apertura de importaciones (44,9%).
Los datos reflejan una economía que no logra recuperarse y que arrastra consigo a uno de los sectores clave para el empleo y la producción nacional: las pequeñas y medianas empresas.