El Sindicato de Trabajadores Municipales de Río Cuarto expresó su “profunda preocupación y rechazo” frente a las nuevas medidas económicas del Gobierno Nacional. Denuncian que la política profundiza la pérdida del poder adquisitivo, el endeudamiento y la dependencia del país.

A través de un comunicado difundido este viernes, el Sindicato de Trabajadores Municipales (SUOEM) de Río Cuarto cuestionó duramente la denominada “Fase 3” del programa económico anunciado por el Gobierno Nacional. Desde el gremio consideran que se trata de un nuevo avance del ajuste sobre las condiciones de vida de los sectores populares, en especial sobre los trabajadores y trabajadoras estatales.

Entre las principales críticas, el sindicato advirtió que la implementación de un régimen de bandas cambiarias —que permite un dólar oscilando entre los $1.000 y $1.400 con subas mensuales del 1%— conlleva una devaluación progresiva que ya comenzó a trasladarse a los precios. Asimismo, denunciaron la eliminación del cepo cambiario como una medida regresiva que favorece a grandes exportadores, especuladores financieros y corporaciones extranjeras, sin ninguna regulación que proteja a los sectores más vulnerables.

El comunicado también hace hincapié en la reciente aprobación de un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional por 20.000 millones de dólares, lo que —según el SUOEM— “condiciona la política económica nacional, prioriza los pagos al exterior y profundiza la dependencia” del país. En paralelo, señalaron que el nuevo esquema monetario impide la emisión de dinero para sostener políticas públicas o salarios, pero habilita mecanismos que absorben circulante, lo que recorta la capacidad estatal para sostener empleo e inversión.

“¿Quién paga esta fiesta?”, se preguntan desde el sindicato, y enumeran como principales perjudicados a las y los trabajadores, que ven devaluados sus salarios; a las familias, afectadas por el aumento del costo de vida; al sistema público, cada vez más debilitado en su función social y territorial; y a la soberanía nacional, sometida a los mandatos de organismos financieros internacionales.

Frente a este panorama, el SUOEM exigió paritarias libres y sin techos impuestos, un urgente aumento salarial para recuperar el poder adquisitivo perdido, la protección del empleo público y el respeto por los derechos laborales conquistados. También demandaron un programa económico centrado en el trabajo, la producción y la dignidad del pueblo.

Con contundencia, el mensaje final del comunicado sintetiza el reclamo gremial: “No hay justicia social con ajuste. No hay democracia con hambre. No hay futuro con deuda”.

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