La rápida intervención de transeúntes y agentes de seguridad impidió la fuga del delincuente, quien fue reducido y entregado a la Policía.
Un hecho de inseguridad conmocionó la tarde de Río Cuarto cuando un delincuente golpeó y asaltó a una mujer en calle Alberdi 1028. Sin embargo, su intento de huida se vio frustrado por la acción inmediata de vecinos que presenciaron el ataque y decidieron intervenir. La situación se resolvió con la llegada de un móvil de la Guardia Local, cuyos agentes colaboraron en la retención del malviviente hasta que la Policía se hizo cargo de la detención.
Según trascendió, la víctima sufrió lesiones leves y fue atendida por personal de Emergencias. En declaraciones posteriores, expresó su agradecimiento hacia quienes la auxiliaron.
El episodio pone en relieve una tendencia creciente en la que ciudadanos deciden actuar por cuenta propia frente a hechos delictivos, en ocasiones por la falta de respuesta inmediata de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, esta práctica no está exenta de riesgos, tanto para quienes intentan detener a los delincuentes como para los propios acusados, ya que pueden generarse situaciones de violencia incontrolable. Casos similares han terminado con consecuencias graves, lo que reabre el debate sobre el papel de la sociedad civil en la prevención del delito y la necesidad de reforzar la seguridad en las calles.
En esta oportunidad, la intervención ciudadana logró evitar la fuga del delincuente y garantizó su entrega a las autoridades sin mayores incidentes. No obstante, la pregunta sigue latente: ¿hasta qué punto los ciudadanos deben asumir un rol activo en la seguridad pública, y qué medidas deben tomarse para evitar que estas intervenciones terminen en tragedia?
Foto: Captura de video de LV16