Se realizó la séptima marcha por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en Río Cuarto. Más de 2 mil mujeres, disidencias e infancias colmaron la calle Belgrano bajo la consigna «La democracia se construye. La deuda es con lxs trabajadorxs”

“Los pañuelos van a la cabeza”, gritó Paloma Escudero, integrante de Ni Una Menos Río Cuarto. En referencia al clásico símbolo que caracteriza a las abuelas de Plaza de Mayo y los 40 años del regreso de la democracia en Argentina.

El 8 de marzo de 2017 se llevó a cabo el primer paro internacional de mujeres en la ciudad. Las calles se inundaron de mujeres vestidas de color violeta. Un año después, en el 2018, el debate por el aborto legal se volvió de que hablar cuando fue objeto de votación en el Congreso de la Nación. Allí el verde tomó su lugar.

Hoy, dos años después de la Ley IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo), una de las consignas principales de todas las manifestaciones, fue la garantía efectiva de su acceso. Que sea ley no significa que se pueda realizar fácilmente.

«Este es un himno que nos tiene que unir siempre», dijo una mujer que se subió al escenario a cantar las estrofas de “Canción Sin Miedo” de Vivir Quintana. La frase fue una referencia explícita de lo que significa el movimiento popular feminista, transfeminista y plurinacional para muchas feministas de la ciudad.

“Marchar es un grito de lucha… Es una fiesta popular para celebrar el movimiento feminista y recordar a nuestras hermanas que ya no están”, dijo Sofía D´ Andrea, estudiante de Comunicación Social de la UNRC e integrante del área de género del CISPREN (Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación). Además, comentó sobre el significado y la importancia que implica la existencia de capacitaciones en género por parte de los comunicadores y periodistas. “Es imprescindible tener un espacio de debate y de formación para quienes tienen el poder de estar al aire o tener una lapicera para llegar a los demás”, afirmó.

La comunicación es una vía de unión entre pares iguales pero en distintas condiciones: una parte exige informarse y la otra se ocupa que la información llegue. Pero en el proceso existen diversos factores que pueden intervenir. La traducción inconsciente de “violencias” arraigadas al comunicar, es una variante. La creación de áreas de género es una ayuda para “des-aprender violencias arraigadas al periodismo tradicional”, manifestó D´ Andrea.

Por otro lado, Mayra Flores, integrante de la agrupación estudiantil Sal en Humanas, expresó que marchar es un “momento de reencuentro y de lucha”. Si bien, afirmó que salir a recorrer las calles pidiendo justicia para algunos es una “excusa”, para las mujeres “es la forma ideal de mostrarse ante la sociedad y exigir por nuestros derechos”, agregó Flores.

Las manifestaciones son un reflejo de lucha infinita por las que ya no están, por las conquistas logradas y las que faltan por lograr. También, para rememorar una de las causas que garantiza que aún podemos salir a marchar: la vuelta a la democracia.

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