Lo dijo Daniel Fernández, organizador de la misma. El evento comenzó el pasado viernes y durará hasta el lunes primero de mayo inclusive en el Andino

El evento cuenta con un total de 283 feriantes de todas las índoles: decoración para el hogar, bijouterie, cuadernos, ropa, equipos de mate, comida regional, entre muchas cosas. La entrada es de $500 para mayores de edad y para menores es gratuita.

Los últimos veinte años sus creadores sondearon que, cada tres horas aproximadamente, cien personas visitaban las instalaciones. Visitantes de la región llegan por las artesanías que esta promociona. “Viene gente de Deheza, Las Perdices, General Cabrera, Elena, Berrotarán, entre otros. Los límites son Huinca Renancó y Monte Maíz”, expresó Fernández.

Un poco de historia

La feria cuenta con 28 años de historia, interrumpidos por los dos que tuvieron al Covid como protagonista. Para 1995, su organizador se radicaba definitivamente en Río Cuarto, luego de trabajar en eventos musicales y de moda en la capital de nuestra provincia.

“Yo les decía a mis colegas que en el resto del país no había feria de artesanías. Pero me respondían que era muy difícil por la cantidad de gente con la cual se trabaja”, explicó Fernández. Al llegar a la ciudad con una larga lista de contactos útiles para la organización de eventos Daniel Fernández decidió comenzar a gestar su idea de antaño. “Empecé a dar vueltas por todo el país para buscar lugares, primero por Río Cuarto, mi ciudad. Pero es complicada para hacer eventos”, relató.

Sin saber cómo iba a funcionar, realizó la primera feria de artesanías en el Viejo Mercado. “Fue una revolución. Teníamos alrededor de 80 puestos en ese momento, llegó a haber tres cuadras de cola para entrar”, expresó.

A partir de allí, la feria se hizo costumbre entre los riocuartenses y gente de la zona. “Nosotros hemos hecho muy pocos cambios, los que hemos hecho han sido territoriales”. Del Viejo Mercado, al terreno a donde ahora se encuentra la Escuela Libero Pierini; para trasladarse a los actuales edificios GNI; para, finalmente, instalarse en el predio del Andino.

La feria no tuvo límites territoriales, se expandió y su organizador la llevó a ciudades y provincias vecinas. La de este fin de semana es la primera del año en todo el país, pero luego visitará San Luis y La Pampa.

¿Notas una caída de la compra y asistencia de las personas a las ferias, en los últimos años, por la economía del país?

D.F: “Sí, es abismal. La economía afecta mucho a las ferias porque las personas tienen poco poder de compra. Nosotros intentamos tener una entrada medianamente módica para que la gente pueda asistir y que le quede para comprar algo.

Lo bueno que sacas de todo esto, es que, antes había artesanos muy buenos que dejaron de hacer feria porque habían conseguido lugares como Mar del Plata, Bariloche, Madryn y Salta o vendían a mayoristas. Eso también se murió, los mayoristas dejaron de comprar y tuvieron que volver a la feria de artesanías. Ahora, volves a encontrar los productos que hace 10 o 15 años no conseguías. La pandemia y la economía dieron vuelta la lógica de los eventos».

¡Viralizalo!